lunes, 12 de noviembre de 2007

Homenaje al poeta Rubén Bonifaz Nuño

El poeta Rubén Bonifaz Nuño recibió hoy un homenaje en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en el cual los alumnos de la carrera de Letras clásicas reconocieron la labor del maestro como traductor y como poeta, recordando algunas de sus traducciones y el ritmo y la cadencia de sus palabras.

Asimismo. el maestro Vicente Quirarte, expresó el orgullo de que el poeta Rubén Bonifaz Nuño, celebre su cumpleaños en la Facultad de Filosofía y Letras. Confirmó también que el escritor , nacido en noviembre de 1923, es nuestro primer forjador de cantos para el prójimo, la mujer amada y la ciudad, y que sus versos testimonian la lluvia, la primavera en el cuerpo de la mujer y la eminencia de la sombra.

Sentado en la primera fila del Aula magna Fray Alonso de la Vera Cruz , el homenajeado escuchaba las palabras expresadas por maestros y alumnos hacia su obra y personalidad.

Para finalizar el evento los asistentes cantaron "Las mañanitas" para él, quien luego expresó de pie y emocionado que no esperaba sentir en la vejez aquello que sólo a la juventud le está reservado.

Para adentrarnos un poco en su poesía les transcribo un fragmento de un poema del maestro Rubén Bonifaz Nuño:

Ningún otro cuerpo como el tuyo


Ningún otro cuerpo como el tuyo

vino a salir sobre la tierra,

porque él es tú. Domingo diario,

simposio y lecho y mesa puesta

para los sentidos no platónicos


Verónica Jiménez Reyes


lunes, 29 de octubre de 2007

Autumn almanac

Qué otoño tan frío, tan helado, apropiado para tomar un café capuchino o un té calientito y pan con mantequilla tal como lo propone el amable escritor Ray Davies.

Verónica Jiménez Reyes

martes, 23 de octubre de 2007

Topodrilo

De nuevo se edita Topodrilo, sociedad, ciencia y arte. Bienvenidas la información, los análisis y las evaluaciones críticas de quienes ahí escriben-escribirán como los maestros Antulio Sánchez, Raúl Trejo Delarbre y Adrián de Garay, entre varios más colaboradores de esta publicación de la Universidad Autónoma Metropolitana- Iztapalapa. La revista se presenta-se está presentando en la Galería metropolitana, Colonia Roma.

Verónica Jiménez Reyes

¡En 1997 Bowie estuvo en México!

Es otoño, es el 23 de octubre de 1997 y el lugar es el Autódromo de los hermanos Rodríguez/ Foro Sol. Después de la estancia en el escenario de dos grupos que para nada encajaban en las cualidades que estábamos por presenciar, una luz tenue iluminó a David Bowie cuando simplemente saludó "¡Hola!" y empezó pulsando una guitarra acústica para cantar "Quicksand"; una rola de1971. A lo largo del concierto alternaría viejas y nuevas composiciones jugando con su pasado y presente, llevándonos a través de un tiempo lleno de matices musicales. Cubre su cuerpo con una amplia camisola color verde, de estilo oriental y con bandas doradas en los bordes acompañada de un pantalón blanco o crema.

¿Cómo lo ven quienes al inicio de la década de los setentas estudiaban en la preparatoria?. Algunos de ellos se encuentran aquí. ¿Cómo lo vemos en fotografías de libros y revistas dedicadas al tema del rock? Así contemplamos al rockero en aquellas publicaciones: Un jovencísimo David Bowie en los 70 envuelto en atuendos multicolores pegados al cuerpo , corte de pelo en capas o muy corto, teñido en rojo y otras veces luciendo chaleco negro, camisa blanca de manga larga, arracada en la oreja y mascada de seda.

Con sonidos que golpearon agradablemente el interior de nuestros cuerpos los músicos interpretaron "Jean Genie", también de principios de la década del setenta. Suena ahora una composición reciente bajo este cielo gris donde aún la estrella más brillante difícilmente se podía ver, "God is an american". Las manos largas de Bowie ondulan graciosamente en el aire al ritmo de sus creaciones y en el paso de una a otra rola nos notifica en nuestro idioma que lleva tres días aquí y ya habla español "¡Miren! ... ¿qué onda México?"

Lo acompañan en el escenario el pianista Mike Garson, hoy con sudadera roja que desde los tiempos de las "Spiders from Mars" comparte con Bowie los sonidos de su teclado. En la guitarra el efectivísimo maestro de la digitación, que acompaña a David desde algo así como el año 1991 y que lleva por nombre Reeves Gabrels y en el bajo la hermosa diablita Gail Ann Dorsey que en endiablado atuendo estuvo ahí y hasta recibió un beso del vocalista ¿Alguien dibujó aquella escena?

De 1991 hojeamos el volumen 2 de Creem, y lo encontramos elegantemente vestido en traje café, saco oscuro de doble botonadura al frente, tres botones en la manga, pantalón amplio, raya impecable, camisa en café más oscuro. Cabello corto en un cantante ya más maduro al lado de su grupoTin Machine, cuyos integrantes, entre ellos Reeves Gabrels,lucen con igual elegancia. Pero también aparecen los músicos de este grupo en fotografía donde posan con el torso desnudo y expresiones disímbolas.

Sigue el fascinante músico con su reciente producción y otra vez nos conduce al pasado con "The man who sold the world", "Fashion" y "Waiting for my man", de Lou Reed. Continúa el atractivísimo David Bowie con "Under Pressure", la cual interpretó en la década anterior con Freddy Mercury y el grupo Queen y que en este lugar canta a dúo con Gail Ann, quien al final de la canción recibió la cercania y un beso del amable cantante.

O en Live Aid , 1985, concierto a beneficio de los pobres de África , luce e ilumina David en alguna tonalidad gris azulado, impecable traje: pantalón amplio, saco cruzado, más bien corto, un poco abajo de la cintura, doble botonadura y corbata estampada. Balancea el cuerpo y con la mano hace caracol en la oreja izquierda para escuchar emocionado a su público. O bien con gabardina en color vainilla cantando en un dueto de boca a boca con Mick Jagger cubierto de cómodo atuendo de amplio pantalón azul marino y camisa verde de manga larga durante las notas de "Dancing in the street". O ya fuera del escenario de Live Aid, con Paul McCartney en playera y saco desabotonado, Bowie en traje azul claro como el de Paul , pero el de la esbelta figura ¡por supuesto! sí lo lleva bien abotonado y la corbata en perfecto nudo.

En "Little wonder" , el de los finos movimientos baila con una muñeca vestida con la bandera inglesa. Transcurre otra rola y Bowie dice "Muchas gracias", pide disculpàs por su español y con pasos ágiles abandona el escenario. Desde el pequeño lugar que cada quien ocupa en este foro surge un movimiento creciente para requerir de nuevo la presencia del camaleón que no se hace esperar y ya regresa. Regresa e interpreta "Fame" , canción que compuso con Carlos Alomar y John Lennon en 1975. Más tarde vocaliza otra de Lou Reed, "White light, white heat", con iluminación en rápidos parpadeos blancos que nos sumergen en un profundo, intenso y efímero sueño.

Pero aquí tenemos el acetato llamado Young Americans aquí viene incluída la canción "Fame", en la portada el camaleón luce copete rocanrolero , camisa azul de manga larga y pulsera de brillo plateado en su muñeca. Este seductor sabe lo que esperan quienes lo contemplan, pues muy seguro de sí mismo está mirando a la cámara, como si te viera a ti ...

Al estilo de Laurie Anderson, Ana, la del diabólico atuendo nos cautiva en esta sesión nocturna al cantar una rola de aquella roquera estadunidense , donde al final David se integra tocando el saxofón, como ya lo ha hecho en varias de sus interpretaciones de esta noche, que a pesar de ser de octubre, no fue clara ni de inquietos luceros.

Y al final del concierto el camaleón nos sumerge aún más en ¡oh nostalgia! para los que se acuerden de "All the young dudes", difundida en la versión de Mott the Hopple por Radio Capital en los setenta. A propósito, junto a mí llevaba el ritmo un señor contemporáneo de David, por ahí, atentísimos, unos chavos de mas de veinte y alguna niña de prepa acompañada de su joven progenitor.


Finalmente, esta joya que es David Bowie, nacido en enero del 47, fue una luz efímera que iluminó la ciudad, es una estrella de plata como la que yo quisiera lucir en mi prendedor de noches oscuras como ésta. Y con palabras que recuerdan al poeta Konstantino Kavafis, aquí espero el regreso de David Bowie. Regresa con frecuencia y tómanos en la noche cuando los labios, la piel, el corazón que hoy nos estrujaste recuerden tu intensa, efímera y luminosa presencia.

Verónica Jiménez Reyes



lunes, 24 de septiembre de 2007

La luz no se ha alejado de Page y Plant

En 1995, hace doce años, el veintitrés y el veinticuatro de septiembre, estuvieron aquí los maestros Jimmy Page y Robert Plant, para hacernos disfrutar de su música, con ese motivo incluyo aquí la nota que hice de su primer concierto en México.

El sábado veintitrés de septiembre, Jimmy Page y Robert Plant estuvieron en el palacio de los Deportes, de la ciudad de México. A las veinte con treinta el escenario se iluminó, más bien lo iluminaron estos jóvenes de la década del setenta; Plant girando, su larga cabellera en el aire, el cuerpo cubierto por un pantalón y un chaleco negro, sin camisa; y Page de pantalón oscuro y brillante camisa de manga larga, un cigarro entre los labios ... tales prendas, colores y texturas, su habilidad en la guitarra lo hacían lucir creativo, deslumbrante, incendiario. Nunca, cuando era estudiante, nunca imaginé que podría ver la creatividad, el alma y la sensualidad de aquellas composiciones como "Mucho amor", "La canción del inmigrante" y "Perro negro", las cuales se escucharon en la radio de México a principios de la década del setenta.

Después de tocar "Ramble on " y la canción "Gracias" con las notas agudísimas y la intensidad que Page puso en ellas, Robert Plant nos dió la bienvenida y sólo se quedaron en el escenario él y Jimmy Page con su guitarra de seis pares de cuerdas para interpretar "Friends" y "No quarter". El del chaleco negro que dejaba mostrar sus hombros agradeció: "Muchas gracias, México ... tengo muchos nuevos amigos", enseguida presentó a una mujer vestida de blanco, Najma Akhtar, cuyo rostro pareció no ocultar cierta modestia al estar enmarcada por las presencias del cantante y del guitarrista de brillante camisa, ella vocalizó y cantó acompañando al vocalista en la interpretación de "The battle of evermore".

Luces verde, azul y roja enmarcaron este blues llamado "Since I´ve been loving you" (yeh!), gira Jimmy Page mientras toca su guitarra. Golpes, punteos percusiones, dedeos, frotaciones que en ondas graves, agudas, agudísimas recorrieron los océanos más profundos abrigados en las acogedoras cavernas de los cuerpos femeninos y varoniles de los que ahí estábamos deleitados, sorprendidos y alucinados contemplando aquella visión en el escenario. El juego vocal de aquel de la larga cabellera, la formación clásica de un grupo de rock, los tambores del ensamble egipcio, los violines frotados por mexicanos; todas esas acciones hicieron fluir uno tras otro sonidos largamente esperados, ante lo cual no pudimos quedar menos que hechizados en aquella noche de septiembre.

En "Rain song", además de Jimmy, se lució también el de la segunda guitarra, luces como rehiletes en el escenario, Robert presentó a Michael Lee en la batería. Luego fueron exclamaciones y admiración del público para cuando se escucharon las notas de "Mucho amor", con todos de pie, cantando esta rola, se oye también algo de Jim Morrison con The doors: "Light my fire" y "Break on Through" y al terminar "Mucho amor", los músicos se retiran.

Al poco rato regresan, Jimmy Page ha cambiado esa bella camisa de seda que llevaba tan bien, por una sencilla playera. Interpretan "Kashmere" y bajo luces moradas y verdes finalizan este concierto. Cómo referirse a, cómo describir la belleza de lo que en ese lugar pudimos escuchar, ahí también habían sonado "Gallowspole", "The song remains the same", "Going to California" ... "Adiós, hasta la vista", dijo el cantante y se apagaron las luces.

Los presentes ahí no queríamos que el hechizo se desvaneciera; pateamos las sillas y con aplausos y gritos pedimos su presencia de nuevo . Inciertos y con ganas de que regresaran no le bajamos a nuestros empeños de esa noche y, qué bueno, despúes de un breve tiempo los del Reino Unido regresaron, Page de nuevo cubierto con suave tela, para ejecutarse "Heartbreaker", ya sin los violines, sin el ensamble egipcio, sin el hurdy gurdy, sólo la formación tradicional del rock. No se apagaron los cirios en los extremos del escenario , como no se apagaron Page y Plant, quienes antes de la medianoche ya nos habían maravillado con su música. Y ... Jimmy ¿quién tras el escenario te ayudó a cambiar aquella prenda? Por realizar tal acción ¿quién no perdería su cuidado entre flores y penumbras?

En otro tiempo integrantes, junto con John "Bonzo " Bonham y John Paul Jones, del grupo Led Zeppelin, Page y Plant han permanecido como el brillante que en esta ocasión nos iluminó.

Verónica Jiménez Reyes

martes, 11 de septiembre de 2007

Como un sueño

Una boca escarlata

moja otros labios

bajo una luna de plata.


Verónica Jiménez Reyes

martes, 31 de julio de 2007

Ingmar Bergman

Se fue un maestro del cine quien nació en julio y también nos abandonó en este mes. Por mi parte recuerdo siempre el bello contraste blanco y negro para el juego de ajedrez entre la muerte y un caballero en El séptimo sello y otras películas como Fresas sivestres, Gritos y susurros y El huevo de la serpiente que vi cuando estudié en la UNAM. Ahí quedé encantada de ver cómo el cine llamaba a tantos estudiantes universitarios que llenábamos los cineclubes donde también conocimos el mejor cine hecho hasta ese momento de los setenta.


Conservo el libro que contiene el guión de El silencio junto con algunas fotografías del film. También me encanta saber que su primer juguete cinematográfico lo obtuvo a cambio de una colección de soldaditos que le dió a su hermano. Adiós maestro, maestrísimo Ingmar Bergman, espero que estés tan feliz como te ves en algunas de tus fotos donde apareces con tus actrices preferidas.

Verónica Jiménez Reyes

viernes, 27 de julio de 2007

El baile en una novela de Salinger

Los conceptos expresados en un texto literario nos ofrecen distintas perspectivas de lectura. Entre ellas está el reflejar la experiencia humana ya sea en el aspecto social o en el privado. Novelas como El guardían entre el centeno, de J. D. Salinger, permiten al lector la identificación con los protagonistas de la obra o bien el reconocimiento de ritualizaciones, procesos de identificación y actos agresivos que se observan en la vida diaria. Tales hechos se pueden encontrar en la novela aludida pues presenta escenas que incluyen el baile en espacios como la casa y un centro social, así como la descripción de algunos detalles sobre quiénes bailan, por qué lo hacen y algún comentario acerca de la calidad de su danza.

En la novela El guardían entre el centeno, el protagonista Holden Cauldfield, buen bailarín y escritor de prosas, nos describe sus experiencias al bailar. Así, nos lleva a la escena de un baile filial, entrañable y tierno, donde encontramos a un joven sorprendido de bailar con su hermana Phoebe.

El joven estudiante fue a su casa cuando no estaban sus padres pues no quería decirles que lo habían corrido de la escuela, se dirigió a la habitación donde su hermana dormía. Sólo le dijo :"Despierta, Phoebe" y la niña despertó. Al verlo se alegró mucho y puso la radio en una estación en la cual emitían música para bailar. Mientras tanto Holden Cauldfield fue a la sala a hablar por teléfono y al regresar ella escuchaba la música sentada sobre la cama, como en posición de yoga, esta figura le pareció graciosísima y la invitó a bailar. Holden le había enseñado unos cuantos pasos cuando era pequeña, lo demás lo aprendió sola y ahora baila estupendamente, de maravilla, muy bien. Esa noche estaba encantado de que la niña lo siguiera a la perfección. Así, transcurrieron cuatro melodías y en los descansos, cuando debía quedarse quieta y en posición, él tenía que hacer lo mismo hasta que la orquesta empezara a tocar otra vez y ella entretanto permanecía muy seria, pero divertidísima al no dejarlo salir de esa formalidad. El protagonista concluye así el relato de esa ritualización del baile : "Bueno, como les iba diciendo, bailamos cuatro piezas y luego Phoebe apagó la radio. Volvió a subir a la cama de un salto y se metió entre las sábanas" p. 188.

Las líneas anteriores nos presentan a Holden en un baile fraternal. Feliz de encontrar a su hermana en otro tiempo y en otra dimensión espacial donde recuerda cuando ella era más pequeña y él la enseñó a bailar. Compartiendo ahora la suave ondulación de silencios y sonoridades y sorprendido y cautivado de que la niña lo siguiera en todos sus movimientos, inmersos en una fiesta y en una ritualización que celebra el encuentro de los hermanos.

Pero no crean que a este muchacho le ha ido siempre bien en el baile. A partir de las chicas tan especiales con quienes le ha tocado bailar construye su particular clasificación de las danzarinas. Cauldfield las divide en las inteligentes yu las tontas y nos dice quiénes son las que llevan mejor el ritmo. En cuanto a las primeras opina; esas muchachas " bailan tan mal que lo mejor que puedes hacer es quedarte sentado en la mesa y emborracharte con ellas" p. 80. Había conocido pocas chavas que bailaran bien, pero en un salón de baile este joven sacó a una rubia que bailaba de miedo. Mientras bailaban trató de hacerle plática a la muchacha, algo acerca de la calidad de los bailarines, pero ella ni en cuenta. Entonces él se limitó a bailar esa preciosa canción llamada "Just one of this things" . acometida con rudeza por Bobby Singer y sus músicos sin lograr destrozarla del todo. "Me moví todo lo que quise y la rubia me seguía perfectamente. Lo más gracioso es que yo creía que ella se la estaba pasando igual de bien que yo hasta que se descolgó con una estupidez:

"Anoche mis amigas y yo vimos a Peter Lorre en persona. El actor de cine. Estaba comprando el periódico. Es un sol". p. 81. Al escuchar este comentario Holden pensó que esa chica era una estúpida pero aún así la felicitó por ello. Por otra parte, como sabía reconocer a las buenas bailarinas, no pudo evitar darle un beso en la cabeza, entonces ella le dijo: "pero ¿qué te has creído?" "Nada, no me he creído nada. Es que bailas muy bien - le dije-. Tengo una hermana pequeña que está en el cuarto grado. Tú bailas tan bien como ella y eso que mi hermana lo hace como Dios." p. 82.


Si cuando se baila se busca la identificación con la pareja, este proceso se puede dar pero no siempre de manera completa, pues aún cuando se tengan las habilidades dancísticas para seguir al compañero en forma tan perfecta que dé como resultado el dar o recibir un tierno beso, queda por compartir el aspecto intelectual. Éste puede ir desde el comentario de haber visto aunque sea de lejos al artista cinematográfico de moda, decir una opinión sobre la calidad del los bailarines o hasta hacer una crítica a la interpretación de los músicos en el salón de baile. Seguirse mutuamente en el movimiento y en la conversación puede hacer del baile toda una experiencia única e irrepetible.

Verónica Jiménez Reyes

lunes, 9 de julio de 2007

Dos jóvenes de Liverpool se conocieron en julio

El seis de julio se cumplieron cincuenta años de que John y Paul se conocieron en una fiesta de la iglesia de St. Peter. Imaginemos el color de esa mañana, el cielo bajo el que estaban, la emoción de los dos al intercambiar comentarios y ver que tenían mucho en común. Todo el ambiente donde se inició la bella e interesante historia de los Beatles.

Verónica Jiménez Reyes

martes, 19 de junio de 2007

La vida cotidiana de los Kinks



Para el músico y escritor Ray Davies en su cumpleaños

En el transcurrir de la vida cotidiana un día encontramos que hubo un momento en el cual teníamos todo para ganar, pero tal situación no permaneció mucho tiempo en nuestras vidas. El fluir de la vida va de una tarde soleada de verano donde los desprecios vienen desde las personas más cercanas a nosotros hasta los que provienen del cobrabor de impuestos . Luego, con la llegada del otoño, tratamos de soportar el frío que no se quita con nada, pero si vamos al pasado podemos traer el recuerdo de los días en que teníamos el afecto de alguien que ya no está. Estas situaciones que todos enfrentamos a diario son las que en los sesenta ocuparon al compositor Ray Davies, que este 21 de junio cumple sesenta y tres años. Las narraciones del escritor nacido en Muswell Hill ya son para siempre dignas de recordación pues llegaron a formar parte de la vida de muchos, ya que con sus canciones muestra también que el afecto y la belleza pueden estar a la vuelta de la esquina, en la próxima visita que recibiremos o en el transporte a la escuela o el trabajo.

La nostalgia es la característica de la canción "Where have all the good times gone", de The Kink Kontroversy (1965), en esta rola intensa (David Bowie hizo una versión en Pin ups , 1974), Ray Davies se queja al recordar que el tiempo estaba de nuestro lado y teníamos todo para ganar. Déjalo como ayer, pide, y por favor déjame tener días felices ¿Me dirás a dónde se fueron los buenos tiempos? Es tal la contundencia musical y verbal expresada ahí, que la composición nos hace sentir el tiempo tan irrecuperable y, por eso, al igual que Davies y los Kinks también preguntamos a coro, con desesperación ¿Where have all the good times gone?

Y sobre esa irrepetibilidad del tiempo Agnes Heller, entre otros, ha señalado la dificultad de expresar de manera consciente que lo ya vivido es irreversible, que no se puede repetir o volver atrás a situaciones pasadas sobre todo cuando la vida es tan mísera y no ofrece opciones para escoger. Tal punto de vista es algo también considerado por Ray Davies en la exigencia de que alguien nos diga a dónde se fueron los buenos tiempos, ahí refleja lo difícil de aceptar que los momentos agradables se hayan alejado de nosotros y deja abierto el espacio a una alternativa, a la sugerencia de alguien de nuestro alrededor que vea la situación desde otra perspectiva, desde donde se pueda partir a otras calidad de vida.

"Sunny afternoon", de Face to face (1966), también es reflejo de las dificultades de la vida cotidiana : una mamá gorda que todo el día lo interrumpe y lo molesta, además su novia se va llevándose su carro. A todo esto se suma el cobrador de impuestos que lo deja sin dinero. Lo única que le queda en tal situación es holgazanear y tomar una cerveza fría en una tarde de verano. En ese transcurrir de la vida pide con insistencia y a quien quiera escucharlo: "Ayúdame a navegar o dame dos razones por las que deba quedarme". Sumergido en esta historia la vida resulta tan desagradable para este joven quien ya sólo pide por lo menos dos motivos para quedarse y puede que ese alguien a quien se acude proporcione una sugerencia para lograr permanecer en este ambiente absurdo y hostil.

Como se ve, el tiempo es uno de los temas preferidos de Ray Davies y en la canción que lleva por título "Days" habla de un afecto muy cercano el cual por alguna circunstancia ya no tiene . Un recuerdo perdurable de la luz que irradiaba en esos días interminables y aunque la persona que los compartió con él ya no está, se encuentra presente cada día pues aún permanece la luminosidad de su presencia. De esta manera el escritor de Muswell Hill nos reitera que aún cuando el pasado esté lejano, por más difícil que perciba el poder recuperarlo. Al momento en que se rememora una situación agradable, fascinante, seductora, ésta se hace presente, llega de nuevo a nuestra vida por lo menos con una cierta luminosidad. Y lo que dice Davies parece concordar con lo dicho por Janet sobre la memoria la cual "tiene por finalidad triunfar sobre la ausencia y esta lucha contra la ausencia es lo que caracteriza a la memoria".

EN "Autumn almanac" el cronista Ray Davies nos cuenta de la frialdad de los días de otoño que no se puede compensar reuniéndose los viernes al anochecer para compartir el té y pan con mantequilla. Pero queda el encanto de que ésa es su calle y si vive noventa y nueve no se irá de ahí porque todos lo llaman. "ven a casa", que en la canción se escucha como un cálido y afectuoso coro de sus vecinos. Es como dice Maffesoli: hay que tomar la vida por el lado bueno. Así , en una posición epicúrea, gozar de los placeres de la vida cotidiana, pues "cuando el mundo vuelve a sí mismo, cuando vale por sí mismo, es entonces cuando se acentúa lo que me une al otro, lo que se puede llamar la reunión".

Y esto que cuenta el autor también es el encanto de mi (nuestra) calle, de las calles que camino a diario, paso a paso, de la gente que me saluda. Con sus letras el compositor Ray Davies unifica nuestras almas y nuestros encuentros aquí y en Londres, porque el encanto de la vida puede estar a la vuelta de nuestra calle, en le fluir de lo cotidiano, en una tarde soleada o en un día otoñal.

Verónica Jiménez Reyes


lunes, 18 de junio de 2007

Felicidades a Paul

Felices sesenta y cinco años para Paul Mccartney, escritor de canciones de gratas reminiscencias y actualidades, donde se ve la belleza de calles y personas en el fluir de la vida cotidiana.

Verónica Jiménez Reyes

domingo, 27 de mayo de 2007

Mares virtuales

Del viejo baúl de telas

reunió trozos de raso verde;

esmeraldas, bosques y acuarelas

cortados en triángulos escamas.

Agujas y suaves hilos plateados

usó para juntar uno con otro.


Lascivamente

la tela se ajustó a sus piernas

y la radiante sirena

arregló la cabellera sobre sus hombros,

se prendió un rubí en el ombligo

y otro cerca del pezón de vino.


En el acuario de su morada,

el agua se agitó con estremecidos peces.

Esperó al navegante de mares virtuales,

su inmejorable y apasionado amante

a través de matizadas olas

y tiempos siempre cambiantes.


Verónica Jiménez



sábado, 26 de mayo de 2007

Cumple años un disco de los Beatles

El álbum titulado Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band, de 1967, es uno de los discos que dio una atmósfera a la década del 60 y la sigue dando a muchos de quienes lo hemos escuchado a lo largo de nuestra vida cotidiana. En esa obra The Beatles mostraron la diversidad de experiencias e influencias que habían acumulado a lo largo de su historia como grupo de creadores y ejecutantes de la música.

En aquel disco Lp de 33 rpm, ahora en formato de cd, el grupo mostró aproximadamente su parte ácida en canciones como "Lucy in the sky with diamonds", "Fixing a hole" y "A day in the life", las cuales sin duda son las letras consideradas por muchos dentro de lo que han denominado una experiencia con LSD (dietilamida del ácido lisérgico), sustancia alucinógena cuyo uso se asoció al pensamiento oriental. Pero como contraparte a estas composiciones las otras canciones de este disco nos dan un ambiente más bien amoroso y sentimental a través de escenarios y emociones muy coloridas e interesantes.

"Lucy in the sky with diamonds" invita a abrir la imaginación viajando en un río o estando en la estación del tren, y ya sea que la canción estuviera inspirada en la lectura de Al otro lado del espejo, de Lewis Carroll o en los viajes en ácido, como se publicó en diversos medios o, como John Lennon lo aclaró, en un dibujo que su pequeño hijo pegó en el refigerador o en todo lo anterior, la composición nos lleva a entrar en el mundo de la fantasía, aunque, en este momento, una muchacha de ojos brillantes cual kaleidoscopio podría estar entrando a cualquier estación del metro con una mirada fresca y radiante, al iniciar un día de trabajo en la ciudad de México. Una imagen similar la podemos encontrar en otra mujer igualmente bella; la que viste en tonos dorados y parece un sol en la canción "She´s a rainbow", de los Rolling Stones incluída en su disco "Their Satanic Majesties Request", también de aquel 1967.

De "Fixing a hole" simplemente podría decirse que invita a un viaje mental después de arreglar un problema tan cotidiano como un desperfecto en una habitación donde la lluvia entra por un agujero en la puerta, situación tan molesta que lleva a su morador a arreglarla y pintarla de colores, "in a colourful way", que le permitan vagabundear en su mente.

Sea cual sea la canción de este disco que hayamos escuchado previamente, con "A day in the life" asistimos a algo inesperado; un trágico accidente automovilístico reportado en las noticias, donde un hombre muere; una película sobre la guerra, la calle llena de baches y alguien que a media canción dice que le gustaría ponerte en onda. Así, la letra parece sugerir que ante la parte más violenta de la realidad lo que queda es fumarse un cigarro y ponerse a soñar. Por referencias como ésta, dice Hunter Davies en The Beatles, la BBC de Londres impuso un veto a la difusión de esta composición.

Pero al mismo tiempo que muestran parte de la experiencia ácida también hacen amables invitaciones . En "Sgt. Pepper´s lonely hearts club band" nos invitan a disfrutar del espectáculo que está por comenzar pues como público somos sus consentidos, tanto que hasta quieren llevarnos a su casa y con esa amabilidad cómo no quedarnos a escuchar toda esa obra musical, que inevitablemente ya nos ha atrapado. A continuación los músicos interpretan para nosotros "A little help from my friends", diálogo sobre una relación de veras cordial en la cual la soledad es una situación que se puede arreglar con la ayuda de los cuates y donde existe también una gran confianza en el amor a primera vista, tal como lo canta Ringo Starr, el baterista del grupo inglés.

De escena en escena vamos por todo el disco cruzando por experiencias como la de "She´s leaving home" donde un narrador describe la acción de la joven que sale de su casa en cuanto amanece, sus padres se dan cuenta y lo toman con mucha sorpresa pues según ellos le daban todo , entonces ¿cómo podría ser eso que estaban viviendo? Con ironía en la canción se apunta que "Ella se va de casa después de vivir sola durante tantos años".

Y como para olvidarnos de este problema familiar, los cuatro fabulosos nos prometen en "Being for the benefit of Mr. Kite" una velada espléndida para todos con actos acrobáticos muy bien ensayados. Y de verdad nos hacen entrar en este ambiente de circo con música envolvente y bien ejecutada que, en lo personal, me lleva a los ambulantes juegos mecánicos que se ponían a la salida de la secundaria No. 60, aquí, en la colonia Pantitlán.

Luego, con "When I´m sixty four" estamos ya instalados en una edad muy madura, una vida agradable remarcada por la melodía de los clarinetes, donde el tiempo transcurre arreglando los desperfectos de la casa, alguna salida a pasear y la compañía de los nietos: "Vera Chuck and Dave". Y no es que la vida de Paul tuviera que ser así, pero esta canción es algo muy distinto de lo que hasta hace poco ha vivido el compositor.

De tiempo en tiempo, vamos de una edad madura a una más jovial. En la canción "Lovely Rita", un muchacho conoce a la chica y la invita a tomar un té, luego la lleva a su casa y logra estar muy cerca de ella, además le pide algo tan amable como "Guíñame un ojo y sólo pensaré en ti", lo cual también nos lleva a Lucy, la de los ojos de Kaleidoscopio, otra mujer presente también en esta obra musical.

"Within you and whithout you" es una composición del guitarrista George Harrison, con percusiones y cuerdas de la India, cuya letra expresa un pensamiento filosófico encaminado no a la individualidad, sino a compartir el amor y ver que todos somos uno y que el fluir de la vida está al mismo tiempo dentro y fuera de nosotros.

Pero hay canciones donde los personajes tienen algún problema por resolver, como en "Getting better" y "Good morning". La primera plentea lo mal que le iba en la escuela al protagonista de la canción y la crueldad ejercida en su pareja, situación que pudo mejorar cuando tuvo a alguien que le dijo la palabra adecuada, la cual lo llevó a hacer algo para cambiar y por eso actúa de la mejor manera posible. En alguna forma la idea expresada aquí, también se sostiene en "The end", de Abbey Road (1969): "And in the end/ the love you take/ is equal to the love/ you made". Unos y otros son planteamientos sobre la moral y lo bueno que sería mejorar nuestra forma de comportarnos en la vida cotidiana. A propósito, esta canción "Getting better", la escuché por primera vez estando en una fonda llamada "La cabaña", a un lado de mi escuela preferida, la secundaria sesenta.

Y para quienes nos gusta recordar el ambiente escolar, en la canción titulada "Good morning, good morning", un chavo inicia el día sintiéndose decaído, decide salir a pasear por ahí, al poco rato ya sonríe y se siente mejor. Entonces se encamina hacia su vieja escuela y al ver que todavía está ahí, lo que puede decir es que todo está bien, más aún porque ya en la tarde, a la hora del té, empieza el bello movimiento de las faldas y los vestidos, ¡claro! como es de esperarse, el joven protagonista no puede dejar de decir que todo está bien, pues empieza el coqueteo con las jóvenes paseantes en el atardecer.

Así, en "Getting better" y "Good morning, good morning" se muestra que si usamos un sentido común sensato y si logramos tener una interacción apropiada con nuestro entorno y con los demás todo puede tomar una forma más bella. De la cual, seguramente, no vamos a querer salir.

En "Sgt. Pepper´s lonely hearts club band (reprise)" la banda se tiene que ir y nos agradecen a nosotros, su público, deseándonos que hayamos disfrutado del espectáculo, lo cual se cumple cada vez que escuchamos esta producción musical, sea cual sea el orden en que disfrutemos de estas canciones. Pues todas poseen matices musicales y letrísticos intensos y apasionantes muy dignos de ser escuchados.

Un dato digno de recordar es el referido al hecho de que Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band fue el primer álbum donde se subrayó la importancia de las letras al imprimirlas en la portada del disco y el primer momento en la historia del pop donde las canciones duraban más de los tres minutos establecidos para ser transmitidas en la radio. Tales datos los han referido varios autores, entre ellos Barnet, Nemerov y Taylor, en The story behind the song. También es obvio que en aquella cubierta del disco no podía faltar la presencia de Lewis Carroll, un mensaje de bienvenida a los Rolling Stones, y Edgar Allan Poe, entre otros escritores y artistas de gran creatividad.

Y si la obra de los cuatro de Liverpool está influenciada por las experiencias con el ácido lisérgico, es cierto que también en el Sgt. Pepper´s... se habla del amor y otros sentimientos experimentados en la vida cotidiana además de una interesante y vívida descripción de escenas, un variadísimo uso de instrumentos y de objetos para crear una música que entra en cada célula de nuestros cuerpos.

La producción musical de The Beatles nos da un pensamiento para vivir la vida cotidiana, un arte que se apropia de nuestros cuerpos y una música que todo lo envuelve. Con sus notas tenemos un abrigo para nuestros encuentros y paseos, un paisaje musical que nos devuelve la certeza de que las cosas van bien o podrían mejorar. Pues sí, en este junio que inicia con plenilunio, "Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band" cumple cuarenta años. Gracias a Paul y Ringo, y a John y George en el lugar donde se encuentren celebrando este suceso. "You and I have memories longer than the road that stretches out ahead", Lennon y McCartney.

Verónica Jiménez Reyes

lunes, 21 de mayo de 2007

Aviso

A los amables lectores:

El próximo mes de junio encontrarán aquí una nota sobre los cuatro fabulosos de Liverpool, quienes hicieron algo muy bueno al contribuir a darle forma a la década de los 60 y lograr hacernos sentir dentro de algo bello e interesante.

Verónica Jiménez Reyes

Extravío

Tus ojos a través de la lluvia

lucen mirada navegante

que llega para amar y lucir

Cálido y profundísmo extravío

de brillantez impredecible


Verónica Jiménez Reyes

viernes, 18 de mayo de 2007

sobre esta libreta

unas notas sobre rock,

algo de literatura

y un poco de la vida cotidiana