martes, 19 de junio de 2007

La vida cotidiana de los Kinks



Para el músico y escritor Ray Davies en su cumpleaños

En el transcurrir de la vida cotidiana un día encontramos que hubo un momento en el cual teníamos todo para ganar, pero tal situación no permaneció mucho tiempo en nuestras vidas. El fluir de la vida va de una tarde soleada de verano donde los desprecios vienen desde las personas más cercanas a nosotros hasta los que provienen del cobrabor de impuestos . Luego, con la llegada del otoño, tratamos de soportar el frío que no se quita con nada, pero si vamos al pasado podemos traer el recuerdo de los días en que teníamos el afecto de alguien que ya no está. Estas situaciones que todos enfrentamos a diario son las que en los sesenta ocuparon al compositor Ray Davies, que este 21 de junio cumple sesenta y tres años. Las narraciones del escritor nacido en Muswell Hill ya son para siempre dignas de recordación pues llegaron a formar parte de la vida de muchos, ya que con sus canciones muestra también que el afecto y la belleza pueden estar a la vuelta de la esquina, en la próxima visita que recibiremos o en el transporte a la escuela o el trabajo.

La nostalgia es la característica de la canción "Where have all the good times gone", de The Kink Kontroversy (1965), en esta rola intensa (David Bowie hizo una versión en Pin ups , 1974), Ray Davies se queja al recordar que el tiempo estaba de nuestro lado y teníamos todo para ganar. Déjalo como ayer, pide, y por favor déjame tener días felices ¿Me dirás a dónde se fueron los buenos tiempos? Es tal la contundencia musical y verbal expresada ahí, que la composición nos hace sentir el tiempo tan irrecuperable y, por eso, al igual que Davies y los Kinks también preguntamos a coro, con desesperación ¿Where have all the good times gone?

Y sobre esa irrepetibilidad del tiempo Agnes Heller, entre otros, ha señalado la dificultad de expresar de manera consciente que lo ya vivido es irreversible, que no se puede repetir o volver atrás a situaciones pasadas sobre todo cuando la vida es tan mísera y no ofrece opciones para escoger. Tal punto de vista es algo también considerado por Ray Davies en la exigencia de que alguien nos diga a dónde se fueron los buenos tiempos, ahí refleja lo difícil de aceptar que los momentos agradables se hayan alejado de nosotros y deja abierto el espacio a una alternativa, a la sugerencia de alguien de nuestro alrededor que vea la situación desde otra perspectiva, desde donde se pueda partir a otras calidad de vida.

"Sunny afternoon", de Face to face (1966), también es reflejo de las dificultades de la vida cotidiana : una mamá gorda que todo el día lo interrumpe y lo molesta, además su novia se va llevándose su carro. A todo esto se suma el cobrador de impuestos que lo deja sin dinero. Lo única que le queda en tal situación es holgazanear y tomar una cerveza fría en una tarde de verano. En ese transcurrir de la vida pide con insistencia y a quien quiera escucharlo: "Ayúdame a navegar o dame dos razones por las que deba quedarme". Sumergido en esta historia la vida resulta tan desagradable para este joven quien ya sólo pide por lo menos dos motivos para quedarse y puede que ese alguien a quien se acude proporcione una sugerencia para lograr permanecer en este ambiente absurdo y hostil.

Como se ve, el tiempo es uno de los temas preferidos de Ray Davies y en la canción que lleva por título "Days" habla de un afecto muy cercano el cual por alguna circunstancia ya no tiene . Un recuerdo perdurable de la luz que irradiaba en esos días interminables y aunque la persona que los compartió con él ya no está, se encuentra presente cada día pues aún permanece la luminosidad de su presencia. De esta manera el escritor de Muswell Hill nos reitera que aún cuando el pasado esté lejano, por más difícil que perciba el poder recuperarlo. Al momento en que se rememora una situación agradable, fascinante, seductora, ésta se hace presente, llega de nuevo a nuestra vida por lo menos con una cierta luminosidad. Y lo que dice Davies parece concordar con lo dicho por Janet sobre la memoria la cual "tiene por finalidad triunfar sobre la ausencia y esta lucha contra la ausencia es lo que caracteriza a la memoria".

EN "Autumn almanac" el cronista Ray Davies nos cuenta de la frialdad de los días de otoño que no se puede compensar reuniéndose los viernes al anochecer para compartir el té y pan con mantequilla. Pero queda el encanto de que ésa es su calle y si vive noventa y nueve no se irá de ahí porque todos lo llaman. "ven a casa", que en la canción se escucha como un cálido y afectuoso coro de sus vecinos. Es como dice Maffesoli: hay que tomar la vida por el lado bueno. Así , en una posición epicúrea, gozar de los placeres de la vida cotidiana, pues "cuando el mundo vuelve a sí mismo, cuando vale por sí mismo, es entonces cuando se acentúa lo que me une al otro, lo que se puede llamar la reunión".

Y esto que cuenta el autor también es el encanto de mi (nuestra) calle, de las calles que camino a diario, paso a paso, de la gente que me saluda. Con sus letras el compositor Ray Davies unifica nuestras almas y nuestros encuentros aquí y en Londres, porque el encanto de la vida puede estar a la vuelta de nuestra calle, en le fluir de lo cotidiano, en una tarde soleada o en un día otoñal.

Verónica Jiménez Reyes


lunes, 18 de junio de 2007

Felicidades a Paul

Felices sesenta y cinco años para Paul Mccartney, escritor de canciones de gratas reminiscencias y actualidades, donde se ve la belleza de calles y personas en el fluir de la vida cotidiana.

Verónica Jiménez Reyes