viernes, 1 de febrero de 2013

Rubén Bonifaz Nuño


Este 31 de enero  el poeta Rubén Bonifaz Nuño dejó de existir. Reconocido por su labor como escritor e investigador  deja una obra que permanece en el tiempo y la cultura mexicanas. Una muy buena muestra de su oficio es el siguiente fragmento:

Ay, amigos míos;
señoras, señores que no me escuchan:
hay oficios buenos, necesarios a todos:
el que hace las camas y las mesas,
el que siembra, el que reparte cartas,
tienen un lugar entre todos: sirven.
Yo también conozco un oficio:
aprendo a cantar. Yo junto palabras justas
en ritmos distintos. Con ellas lucho,
hallo la verdad a veces,
y busco la gracia para imponerla.

en:  Rubén Bonifaz Nuño (1956): Los demonios y los días. México. FCE, 1a. reimp. 2006.

Una flor para el gran maestro universitario.
Verónica Jiménez Reyes

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